Domingo 6 de noviembre de 2011
La nueva etapa / Apuran las medidas para
contener el gasto
Prepara
el Gobierno drásticas
reducciones
de los subsidios
Busca rebajar $ 20.000 millones, más de
un cuarto del total de la partida prevista en el presupuesto.
(Por Mariano Obarrio | LA NACION ).- El
gobierno de Cristina Kirchner prepara un drástico recorte de los subsidios en agua, luz y gas para todos los
sectores de la economía. La expectativa de máxima es rebajar por lo menos
20.000 millones de pesos de la partida de 75.000 millones contemplada para esas
transferencias en el proyecto oficial de presupuesto del año próximo, revelaron
altas fuentes de la Casa
Rosada.
La Presidenta pidió celeridad en la definición del
nuevo esquema: quiere estrenarlo en su nuevo mandato, que comenzará el 10 de
diciembre.
Por eso, el
secretario de Coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, ya
llamó al presidente de la
Unión Industrial (UIA), José Ignacio de Mendiguren, cuando
éste estaba en la cumbre de Cannes. Quedaron en que se reunirán esta semana
para revisar la situación de toda la industria.
Pero Baratta,
además, convocará estos días a las cámaras de la construcción, comercio,
bancos, campo y la Bolsa. La
intención es que la poda supere el 25% de la partida de subsidios de 2012.
Aunque la Casa Rosada
no sabe si se podrá alcanzar semejante cifra.
Voceros del
ministro de Planificación, Julio De Vido, negaron que "haya una meta
prefijada". El método será revisar sector por sector mediante la comisión
conformada por Baratta y por el subsecretario de Hacienda, Raúl Rigo, de
Economía. "La línea no es un número determinado: es que los subsidios sólo
se mantengan para aquellos sectores vulnerables, que los necesitan y no los
pueden pagar", informaron.
"Los
sectores de mayores recursos ya no lo tendrán", completaron. En la Casa Rosada no
descartan que la tijera pase por otras partidas presupuestarias; aún no se
informó cuáles.
Pero el
criterio siempre es el mismo. Se eliminarán gastos sólo si no se perjudica
directamente a sectores altamente vulnerables. El mayor temor oficial es que se
asocie esta política a un "ajuste" tradicional. Hay por eso un fuerte
hermetismo.
Es así cómo en la Casa Rosada comenzó a
acuñarse el concepto de "ajuste redistributivo": se recortarán los
gastos fiscales que benefician a los más ricos para favorecer aún más a los más
pobres. Ese sería el discurso político oficial.
De todos modos,
la Presidenta
busca apurar el nuevo esquema para que todo el costo de la medida se asuma en
los primeros meses de su segundo mandato y eso quede como un lejano recuerdo en
los sectores medios cuando llegue la hora de las elecciones de 2013, en las que
se renovarán diputados y senadores y se prefigurará el escenario de la
sucesión.
Si bien el piso
que se analiza es de 20.000 millones de pesos de ajuste, el año próximo podría
llegar a cifras mucho más altas, según cómo evolucione el ejercicio
presupuestario, aseguraron a LA
NACION fuentes allegadas al entorno presidencial.
Esto es así
porque los subsidios no son estáticos: tienden a crecer por efecto de la
inflación y por los aumentos en las importaciones de combustibles -gasoil y fuel oil- que afectan el valor de la
energía eléctrica y del transporte.
"Por eso
se apunta en realidad a congelar la partida de 75.000 millones de pesos en
subsidios en el presupuesto de 2012. Esta es la meta. O a que aumente lo menos
posible. ¿Cómo? Que paguen los más ricos", dijo otra fuente oficial.
La preocupación
por las cuentas fiscales no es menor. Hace diez días, el Tesoro tomó en
préstamo 500 millones de pesos del PAMI y el viernes pasado, 2000 millones del
Banco Nación. La deuda con organismos públicos supera los $ 31.770 millones en
el año y el déficit financiero de septiembre fue de $ 1900 millones.
ESTANCADOS
En el contexto
de crisis financiera internacional y de desaceleración económica de Brasil, los
ingresos podrían estancarse y por eso Cristina Kirchner busca frenar el gasto.
El anuncio de
De Vido y del ministro de Economía, Amado Boudou, la semana que pasó, señaló
que el primer recorte sería de 600 millones de pesos al quitarse los subsidios
de agua, luz y gas en bancos, financieras, seguros, telefonía celular, juegos
de azar, mineras, aeropuertos y puertos. También se informó el traspaso del
subterráneo y el premetro a la
Ciudad : se ahorrarían así otros $ 700 millones. El Gobierno
no los quiere transferir; la
Ciudad los reclama.
Si no los
transfiere al gobierno porteño, la
Nación sumaría un ahorro fiscal de 1300 millones. Para eximir
a sectores vulnerables de pagar con aumento el transporte ferroviario o
automotor, se crearía una tarjeta SUBE diferenciada para jubilados y
beneficiarios de planes sociales.
El grueso del
recorte de subsidios de energía se aplicaría en la industria. Eso podría
generar una suba de costos. Por eso el primer convocado
fue Mendiguren en Cannes.
"El camino
nos parece bueno, que se analice. Con la señal estamos de
acuerdo", dijo el titular de la
UIA a LA
NACION , al confirmar que había sido contactado por Baratta. Y
añadió que el asunto se discutirá antes en la central fabril.
También admitió
que los mayores costos podrían trasladarse a precios: "Vamos a verlo,
puede ser, pero no necesariamente tiene que ser así", dijo. En el Gobierno
afirman que para evitar eso actuará el secretario de Comercio, Guillermo
Moreno.
También habría
quitas de subsidios mayores a empresas que no aumenten sus precios. El "ajuste
redistributivo" no debería afectar los precios de la canasta básica
alimentaria, según el plan oficial. En el Gobierno aseguran, además, que no se
afectarán subsidios al desarrollo productivo ni al consumo.
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