Se utilizaron escáners de última generación para rastrear
equipos de telefonía dentro de tres pabellones.
Al grito de “resquisa”, “resquisa”, el jueves pasado, a las
seis de la mañana, personal del Servicio Penitenciario bonaerense le asestó un
duro golpe a una red narco que, de acuerdo a fuentes de tribunales, lideraba un
preso peruano de 37 años, que se encuentra detenido en la cárcel de Olmos por
un homicidio.
Como este diario adelantó en su edición anterior, el fiscal
Fernando Cartasegna, responsable de la investigación, encabezó ese operativo
conjuntamente con agentes de la Dirección de Drogas Ilícitas.
A decir de los voceros consultados, el principal acusado,
apodado “Mono”, tendría una aceitada organización, con enormes ramificaciones
en distintos puntos de la Región y el Gran Buenos Aires, que presuntamente se
dedicaba a la venta, fraccionamiento y distribución de estupefacientes.
La esposa, de su misma nacionalidad y edad, también se
encuentra detenida, así como otras 17 personas, que el viernes último
desfilaron por la UFI Nº 4 de La Plata para la audiencia de la declaración
indagatoria.
Cabe destacar que no todos cayeron por primera vez, ya que
varios de los sospechosos contarían con antecedentes por otros delitos
precedentes o conexos.
TODOS CONTRA LA PARED
Los lugares que se allanaron, dentro de la Unidad Penal Nº
1, situada en las calles 197 y 52, fueron los pabellones 8 y 10 del tercer
piso, en el sector de evangelistas, y el pabellón 11, del cuarto piso.
Allí los internos fueron puestos contra la pared, mientras
con escáners de última generación los pesquisas comenzaron a requisar cada
celda.
Así fue como, siempre a decir del reporte oficial, se
encontraron 15 celulares (hasta dentro de colchones cosidos) y decenas de
chips, que aparentemente eran utilizados por el “Mono” para brindar
indicaciones a los integrantes del cartel.
En lo que respecta a nuestra región, se supo que se hicieron
allanamientos en Berisso y Ensenada, donde se descubrieron a varios vendedores,
incluso a uno que trabajaría detrás la fachada de un taxi, destacaron los
informantes.
Los puntos de venta serían la zona de 52 y 122; el barrio
peruano de Villa Argüello, algunas fincas de Los Hornos y la Terminal de
Omnibus local.
Todavía no hay una cuantificación de la droga incautada,
porque “aún se están realizando diversos operativos y se hablará con la prensa
una vez que termine todo”, explicó un pesquisa.
Muchas de las entregas se habrían realizado a bordo de un
Renault Sandero y un Renault Laguna blanco, que serían propiedad del “Mono”
“El matrimonio peruano comandaba toda la banda y reclutaba
gente que luego hacía las entregas. Estaba en domicilios de los acusados, que
tienen más de ocho propiedades, varias que funcionan como pensiones”, agregó.
A lo largo de la investigación, que aproximadamente llevó un
año, se intervinieron más de 40 líneas telefónicas.
Además hubo registros en Valentín Alsina, donde estaría
radicada la parte más grande de la organización, Pompeya y capital federal, en
los que hallaron sustancias estupefacientes, de corte y estiramiento, balanzas
y otros 37 celulares, que ahora revisten una sustancial importancia, porque
podrían aportar datos de otros cómplices.
Como se recordará, con el fiscal Cartasegna también colaboró
la Ayudantía Fiscal de Estupefacientes e inspectores de la Procuración. Y el
juez de garantías Guillermo Atencio fue el que autorizó el allanamiento.