Jueves 8 de diciembre de 2011
"Papá, yo no maté a nadie, no soy un
asesino"
Ezequiel Ramón abraza a su novia, la hermana de Gastón. Foto: Archivo |
Ezequiel Ramón, el único imputado en la
causa y novio de la hermana de Gastón, el niño asesinado, mantuvo un breve
diálogo con su padre y le declaró su inocencia; está siendo indagado por el
fiscal en Mar del Plata
(Lanacion.com).- Ezequiel Ramón, el principal sospechoso de asesinar al niño
Gastón Bustamante en Miramar, está siendo indagado en los tribunales de
Mar del Plata. Su abogado adelantó que el detenido declarará "en función
de la inocencia que se predica respecto de él".
El fiscal,
Rodolfo Moure, le está tomando testimonio a Ramón, de 24 años y el novio de
unas de las hermanas de la víctimas. Su indagatoria estaba prevista para ayer y
fue prorrogada a pedido de su defensor, Alejandro Borauski.
"La verdad
no le llegué a preguntar nada porque me miró y me dijo: 'Papá, yo no maté a
nadie, no soy un asesino'", contó Miguel Ramón, el padre del imputado, el
breve diálogo que tuvieron el martes pasado en su casa cuando la policía llegó
para detenerlo.
Aunque el
círculo de la investigación parece cerrarse sobre él, la familia de la víctima
confía en la inocencia de Ramón.
La prueba clave
para su detención fue una huella dactilar encontrada en un televisor que había
en la escena del crimen y que estaría preparado como para ser robado.
Moure, explicó
que si bien no se puede determinar la antigüedad de las huellas "los
peritos dicen que son contemporáneas con el homicidio, es decir, no pudieron
estar allí durante más de veinticuatro horas".
Otro dato
recabado por los investigadores es que Ramón tenía deudas, ya que en su casa se
secuestró un cuaderno manuscrito con ítems que sumaban 20.000 pesos y la
leyenda: "los necesito ahora". El padre de Ezequiel desmintió esta
versión: "No tiene problemas de dinero, al contrario. Saldrá en libertad
porque es inocente".
De todas formas
para los investigadores esa fue la razón que lo llevo hasta la casa de su novia
a robar. De allí sólo desaparecieron 500 pesos porque otros 20.000 que había
escondidos en la habitación de los padres no los encontró. Moure resaltó que el
detenido era la única persona fuera del entorno familiar directo que conocía
sobre la existencia de dinero en esa vivienda.
Otra prueba con
la que cuenta el fiscal es una filmación de un supermercado de Miramar. En ella
se lo divisa a Ramón a dos cuadras del lugar de la casa de Gastón a diez
minutos del crimen.
"Esto [las
pruebas] será material de controversia por parte de la defensa técnica, que
tiene una postura antagónica con la del fiscal en función de la inocencia que
se predica", explicó Borauski.
Gastón fue
asesinado la mañana del 21 de noviembre pasado cuando ingresaron a robar a su
casa, ubicada en la calle 27 entre 46 y 48, de Miramar. El niño estaba sólo en
el lugar ya que su madre había salido a hacer compras por el barrio.
Fue atacado en
un dormitorio y murió estrangulado con una media. Además recibió un golpe con
un elemento contundente en el cráneo, tras lo cual el asesino le tapó la cabeza
con una almohada.
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