LÍNEA ROCA

Domingo 9 de octubre de 2011

Alguien erró los cálculos

en un aviso sobre la educación

Por Ricardo Roa. Editor general adjunto de Clarín.-

Bonito batifondo armó, en la blogosfera de los economistas, un muy difundido spot de campaña de la Presidenta en el que exalta el avance de la educación durante el kirchnerismo. Y no precisamente a su favor…

Cristina dice allí que en 2003 la Argentina destinaba el 5% de su PBI a pagar la deuda y sólo el 2% a la educación. Hoy, agrega, es al revés: un 2% va a la deuda y el 6,47% a la educación. “A veces los números no te dicen nada pero otras veces te marcan de dónde viene y hacia dónde va un país”, sentencia al final del mensaje.

El problema está en el número de arranque. En base a estadísticas del propio Gobierno, una economista detectó que en 2003 el gasto educativo en relación al PBI no fue del 2% sino del 4,08%. O sea, no se triplicó sino que en realidad subió dos puntos.

Aún cuando es encomiable que haya crecido, evidentemente no es lo mismo una cifra que la otra, y alguien erró los cálculos. Claro está, el efecto no sería igual con el número correcto. Otro economista echó más leña al debate. Dijo que la mejor manera de medir el gasto educativo es en relación con el gasto público total, ya que así se ven más claro las prioridades. El resultado le da que educación tenía casi el 12% en 2003 y aproximadamente 13% en 2009. Puesto de otro modo: dados los fondos disponibles, pudo haberse dedicado más a la educación.

Somos el país de América latina que más gasta por alumno. Los nuevos recursos se han invertido en salarios fundamentalmente, infraestructura, becas y libros. Pero eso no significa que haya mejor educación. ¿Qué quiere decir que la educación mejore? Tres cosas: que los chicos aprendan más, que las diferencias entre los que más aprenden y los que menos aprenden se achiquen y que la mayoría estudie en los tiempos pautados.

Por el contrario, Argentina cayó en la prueba SERCE de la Unesco y encabeza las naciones que más retrocedieron en calidad de acuerdo a la prueba PISA, de la OCDE, la más prestigiosa a nivel internacional. Según PISA, las diferencias han crecido: somos el país que mayor desigualdad tiene entre las escuelas de los pobres y las de los ricos, entre los que aprenden menos y los que aprenden más.

Y a un año de implementada la Asignación Universal por Hijo, el mismo anuario del Ministerio de Educación muestra que hay menos chicos en el sistema educativo.

¿No decía la publicidad de Fútbol para Todos que había aumentado 25%? Según la Encuesta Permanente de Hogares, hoy hay más chicos que no estudian ni trabajan.

No fue del 2% la inversión educativa en 2003 ni del 25% la suba de la matrícula. Y no decirnos la verdad es una parte grande del problema, de la razón por la que no mejoramos. Como dice la Presidenta, a veces los números no te dicen nada.