Scioli cruzó a Mariotto y defendió
la descentralización de Montoya
El gobernador Daniel Scioli puso en valor hoy "la descentralización para acercar los servicios esenciales a la gente" luego de que su compañero de fórmula para octubre, Gabriel Mariotto, cuestionara la iniciativa porque podría aumentar la "burocracia”.
Daniel Scioli tuvo hoy, a su manera, un primer cruce directo con su compañero de fórmula, el kirchnerista Gabriel Mariotto, al involucrarse en la polémica que el titular del ex Comfer mantuvo con Santiago Montoya y su plan para regionalizar el gobierno bonaerense.
Scioli aprovechó una recorrida junto al intendente de Escobar, Sandro Guzmán, para marcarle el terreno a Mariotto que ayer había cuestionado el proyecto que lidera Montoya por instrucción directa del gobernador.
Al inaugurar luminarias, cloacas y agua potable, y cinco kilómetros de asfalto, Scioli respaldó la "descentralización para acercar los servicios esenciales a la gente", una manera de defender la regionalización, que plantea precisamente eso: descentralizar las funcionas de la inmensa estructura de la gobernación bonaerense.
Ayer, Mariotto sorprendió al cuestionar la iniciativa -una de las obsesiones de Scioli- porque, según dijo, “hay que analizar si una nueva estructura no burocratiza la situación".
Mariotto además no pudo elegir un momento más inoportuno u oportuno, según el efecto que se busque, para cuestionar la iniciativa. Es que en el mismo momento que la criticaba durante una visita a Junín, Montoya la promociona en los Estados Unidos, donde buscaba financiamiento para concretarla.
Los dardos de Mariotto no parecen además una casualidad. Montoya arrastra una relación traumática con la Casa Rosada , desde que se negó a integrar las listas del 2009 como candidato "testimonial" y Néstor Kirchner lo hizo echar del cargo de titular de Arba, que entonces ostentaba.
Luego, Scioli lo recicló como presidente del Grupo Banco Provincia y le encargó el proyecto de la regionalización provincial, que incluye una profunda reforma de los ministerios y que según dicen quienes no lo quieren, plantea el lugar más destacado -una suerte de súper jefe de Gabinete- para el propio Montoya.
Es que Montoya no termina de adaptarse a su cargo actual, muy importante desde lo formal, pero con casi nulo manejo de poder real. Por eso en la reforma que diseña pasa a controlar áreas claves como el ministerio de Economía, lo que motivó un áspero cruce público semanas atrás con el ministro de área, Alejandro Arlía, casualmente el integrante del gabinete sciolista más cercano a la Casa Rosada.
El roce entre Scioli y Mariotto coincide además con un nuevo pico de tensión entre el gobierno bonaerense y la Casa Rosada , molesta porque el gobernador está anudando estrategias con expulsados del kirchnerismo, como Felipe Solá, José Pampuro y Hugo Moyano.
Scioli aprovechó una recorrida junto al intendente de Escobar, Sandro Guzmán, para marcarle el terreno a Mariotto que ayer había cuestionado el proyecto que lidera Montoya por instrucción directa del gobernador.
Al inaugurar luminarias, cloacas y agua potable, y cinco kilómetros de asfalto, Scioli respaldó la "descentralización para acercar los servicios esenciales a la gente", una manera de defender la regionalización, que plantea precisamente eso: descentralizar las funcionas de la inmensa estructura de la gobernación bonaerense.
Ayer, Mariotto sorprendió al cuestionar la iniciativa -una de las obsesiones de Scioli- porque, según dijo, “hay que analizar si una nueva estructura no burocratiza la situación".
Mariotto además no pudo elegir un momento más inoportuno u oportuno, según el efecto que se busque, para cuestionar la iniciativa. Es que en el mismo momento que la criticaba durante una visita a Junín, Montoya la promociona en los Estados Unidos, donde buscaba financiamiento para concretarla.
Los dardos de Mariotto no parecen además una casualidad. Montoya arrastra una relación traumática con la Casa Rosada , desde que se negó a integrar las listas del 2009 como candidato "testimonial" y Néstor Kirchner lo hizo echar del cargo de titular de Arba, que entonces ostentaba.
Luego, Scioli lo recicló como presidente del Grupo Banco Provincia y le encargó el proyecto de la regionalización provincial, que incluye una profunda reforma de los ministerios y que según dicen quienes no lo quieren, plantea el lugar más destacado -una suerte de súper jefe de Gabinete- para el propio Montoya.
Es que Montoya no termina de adaptarse a su cargo actual, muy importante desde lo formal, pero con casi nulo manejo de poder real. Por eso en la reforma que diseña pasa a controlar áreas claves como el ministerio de Economía, lo que motivó un áspero cruce público semanas atrás con el ministro de área, Alejandro Arlía, casualmente el integrante del gabinete sciolista más cercano a la Casa Rosada.
El roce entre Scioli y Mariotto coincide además con un nuevo pico de tensión entre el gobierno bonaerense y la Casa Rosada , molesta porque el gobernador está anudando estrategias con expulsados del kirchnerismo, como Felipe Solá, José Pampuro y Hugo Moyano.
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