Lunes 26 de septiembre de 2011
La directora
del FMI volvió a
criticar las
cifras del Indec
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine
Lagarde, aseguró que quiere un "diálogo constructivo" con Argentina,
si bien a la par advirtió que no está dispuesta a hacer "compromisos"
en materia de la calidad de los datos oficiales que recibe de los países
miembro.
"Quiero un diálogo constructivo con
Argentina, no veo motivo alguno por el cual no podamos tener ese diálogo",
dijo Lagarde durante la rueda de prensa en Washington previa a la reunión anual
del FMI y el Banco Mundial.
"La presidenta Cristina Kirchner me ha asegurado que deberíamos continuar teniendo ese diálogo y espero tenerlo", agregó.
Sin embargo, la tensión que generó el último informe del organismo en el que se anunció que a partir de ahora el FMI usará en sus análisis datos de consultoras privadas y de las provincias, provocó un nuevo pico de tensión con el gobierno y motivó que Cristina Kirchner cancelara un encuentro que tenía agendado durante su visita a Nueva York para reunirse con Lagarde.
Sin embargo, estos gestos de desagrado no parecieron afectar a la flamante jefa del FMI que dejó en claro hoy que no está dispuesta a hacer concesiones en materia de los datos oficiales que espera recibir de las naciones miembro respecto a cuestiones como inflación o crecimiento, dos de las mayores objeciones que enfrentan los índices del intervenido Indec.
"Puede que a veces sea considerado como un constreñimiento, puede ser ligeramente exigente, pero resulta crítico que nos podamos basar en datos sólidos, consistentes, de todo el mundo, eso es lo que nos ayuda a proporcionar un trabajo de calidad", explicó Lagarde ante una pregunta del enviado del diarioLa Nación.
Adem ás, se refirió a las comparaciones que se hacen entre la
crisis de la deuda que afecta a Grecia y la que sufrió Argentina en el 2001.
"Las comparaciones son odiosas. Pero es diferente estar atado al dólar
(como sucedía con la convertibilidad) que ser parte de la zona del euro",
afirmó.
"La presidenta Cristina Kirchner me ha asegurado que deberíamos continuar teniendo ese diálogo y espero tenerlo", agregó.
Sin embargo, la tensión que generó el último informe del organismo en el que se anunció que a partir de ahora el FMI usará en sus análisis datos de consultoras privadas y de las provincias, provocó un nuevo pico de tensión con el gobierno y motivó que Cristina Kirchner cancelara un encuentro que tenía agendado durante su visita a Nueva York para reunirse con Lagarde.
Sin embargo, estos gestos de desagrado no parecieron afectar a la flamante jefa del FMI que dejó en claro hoy que no está dispuesta a hacer concesiones en materia de los datos oficiales que espera recibir de las naciones miembro respecto a cuestiones como inflación o crecimiento, dos de las mayores objeciones que enfrentan los índices del intervenido Indec.
"Puede que a veces sea considerado como un constreñimiento, puede ser ligeramente exigente, pero resulta crítico que nos podamos basar en datos sólidos, consistentes, de todo el mundo, eso es lo que nos ayuda a proporcionar un trabajo de calidad", explicó Lagarde ante una pregunta del enviado del diario
Adem
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