Duro pronunciamiento de
académicos e investigadores
Intelectuales
contra la historia oficial
(Por Mariano De Vedia | LA NACION ).- Unos
200 historiadores, profesores universitarios e investigadores con acreditados
méritos académicos suscribieron un documento que cuestiona la creación del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico y denunciaron la
intención del Gobierno de "avanzar hacia la imposición del pensamiento
único".
Historiadores de la talla
de Tulio Halperin Donghi y Luis Alberto Romero, a los que se sumaron Natalio
Botana, Beatriz Sarlo, Carlos Altamirano y José Emilio Burucúa, entre otros
intelectuales, estamparon su firma para disentir del instituto que destinará
recursos oficiales a la reivindicación de Manuel Dorrego, Juan Manuel de Rosas,
Martín Miguel de Güemes, Facundo Quiroga, Juan y Eva Perón, e Hipólito Yrigoyen,
entre otras figuras a las que el Gobierno les quiere dar dimensión de próceres.
En pocos días se
multiplicaron las adhesiones al documento crítico, que redactaron los
historiadores Hilda Sábato, Mirta Zaida Lobato y Juan Suriano, para cuestionar
la puesta en marcha del instituto que conducirá el ex secretario de Cultura del
gobierno de Menem, Mario "Pacho" O'Donnell.
Como informó LA NACION el lunes último, el
decreto 1880/2011 instruyó a O'Donnell y a los otros 12 miembros de la comisión
directiva del instituto a rescatar a quienes "defendieron el ideario
nacional y popular ante el embate liberal y extranjerizante".
"Entre los próceres
ignorados que hay que reivindicar aparece San Martín", advirtió Marcelo
Cavarozzi, doctor en ciencia política e investigador de la Universidad Nacional
de General San Martín, al describir a LA NACION las inconsistencias de la iniciativa
oficial.
Para el investigador
Vicente Palermo, presidente del Club Político Argentino, lo más grave es
"la disposición a identificar una corriente y una determinada mirada
histórica con el Estado, convirtiéndola en historia oficial".
"Crear una
institución estatal cuyo objeto es imponer una forma perimida de hacer historia
y una visión maniquea de ese pasado constituye un hecho grave que conspira
contra el desarrollo científico y la circulación de diversas disciplinas
historiográficas", advierte el crítico documento, suscripto por
historiadores de reconocida actuación, investigadores jóvenes y becarios.
Rubrican el
pronunciamiento los profesores Klaus Gallo, Horacio Tarcus, Pablo Buchbinder,
Andrea Giunta, José Emilio Burucúa, Laura Malosetti, Mariano Plotkin, Eduardo José
Míguez, Silvia Finocchio, Andrea Matallana, Fernando Rocchi, Mónica Ghirardi,
Inés Tojkind, Pablo De Titto y Beatriz Ruibal, entre otros historiadores.
Sumaron su adhesión,
desde otros campos, el sociólogo Marcos Novaro, la profesora en letras María Teresa
Gramuglio, el artista Luis Príamo, el cantante Andrés Stagnaro, el poeta
Ricardo Ibarlucía, la doctora en filosofía Diana Cohen Agrest y la escritora y
periodista Sylvina Walger.
"Nos alarmamos por
el contenido del decreto y quisimos compartir nuestra preocupación con los
colegas", explicó ayer Hilda Sábato a LA NACION , sorprendida por la rápida respuesta que
tuvo en una semana el texto que enviaron por correo electrónico a miembros de
la comunidad historiográfica.
Experta en historia
política y social de la
Argentina , Sábato es profesora de la Universidad de Buenos
Aires e investigadora del Conicet. Lobato es historiadora social, docente de la UBA y autora de estudios sobre
la mujer y los trabajadores. Suriano, también historiador social, es un experto
en el pasado del anarquismo.
"El documento no es
una crítica al Gobierno, sino a un acto concreto, que afecta a la profesión, a
la historia como campo de conocimiento", explicó la investigadora, al
referirse a "una disciplina dinámica que en los últimos 30 años se renovó
y aggiornó, y que responde a los cánones historiográficos de todo el
mundo".
El investigador Cavarozzi
explicó que la creación del instituto "muestra
una visión que no tolera las manifestaciones de las escuelas académicas serias,
críticas y sistemáticas" y observó que "ni siquiera se propone hacer
revisionismo".
Dijo, al respecto, que
"en todos los países de la región se analizan historias comparables para
atender las discrepancias entre figuras de la historia, pero no se potencia la
confrontación presentándolas como blanco o negro". Coincidió con Palermo
en que "lo más preocupante es que aparece patrocinado por el Estado".
DIXIT
"No es una crítica
al Gobierno, pero sí a una acción concreta, que afecta a la historia como campo
de conocimiento." HILDA SÁBATO, Historiadora.
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