Miércoles 14 de diciembre de 2011
IMPUESTO A LOS SUELDOS
Se duplican los asalariados
que pagan por
Ganancias
Hace cuatro años este
impuesto alcanzaba al 10% de los trabajadores. Ahora afecta a 1 de cada 5
empleados. Fue porque el Gobierno no actualizó los topes salariales al mismo
ritmo que la inflación.
(Por Ismael
Bermúdez, Clarín).-
Son cada vez más los trabajadores que sufren descuentos
en sus sueldos por el pago del impuesto a las Ganancias. Y aunque no ganan más
en términos reales, esto se debe a la
falta de actualización del mínimo no imponible en un nivel que compense la inflación
real.
Así, en los últimos cuatro años se duplicó el número de trabajadores que pagan
Ganancias. Ahora uno de cada cinco empleados está alcanzado por este impuesto.
En 2007 la relación era uno cada diez. Y los que antes pagaban Ganancias, ahora
pagan más.
Según datos de la
AFIP , en 2007 el 10% de los empleados – unos 651.000 – pagaba
Ganancias. En 2008, el Gobierno dejó congelado en $ 4.015 el piso salarial –
técnicamente llamado mínimo no imponible – a partir del cual se tributa
Ganancias. En 2009, lo subió a $ 4.818 (20%), que fue menos que la inflación.
En 2010, volvió a congelarlo. Y este año, lo aumentó a $ 5.782, un 20%, también
menos que la inflación real.
En cuatro años, el mínimo no imponible aumentó un 44% contra una
inflación que trepó más del 100%. Para acompañar la inflación, ese piso salarial debería superar
ahora los $ 8.200 , muy lejos de
los actuales $ 4.015.
Por esta razón, y no por una supuesta mejora del poder
adquisitivo de los trabajadores, se estima que este año 1.500.000 de asalariados
tuvieron descuentos sobre los sueldos por Ganancias. Y, en términos reales, les
descontaron mucho más que en años anteriores.
El impacto de Ganancias sobre los sueldos medios y altos es tal
que representa algo más de un
sueldo por año.
Para que la presión de Ganancias sobre los sueldos no siga
extendiéndose, el Gobierno debería
haber actualizado el piso salarial en la misma medida que aumentaron los
precios. Pero no lo hizo.
Además, el Fisco mantuvo congelado en los valores del año 2000 –
cuando se implementó la reforma de Machinea- las
escalas y los porcentajes sobre las que se aplican las alícuotas del impuesto.
Esto lleva a que los que superan el mínimo no imponible, rápidamente pasen a
tributar las alícuotas de las escalas más altas (del 10) al 27%) en lugar de
las primeras (el 9 o 14%). En el pasado aquellos porcentajes estaban reservados
a la gente de muy altos ingresos.
De esa forma el Fisco se
beneficia por partida doble, en detrimento del ingreso del asalariado: por el
bajo nivel del piso salarial y por los saltos bruscos que pegan las escalas del
impuesto.
Actualmente pagan Ganancias los solteros que trabajan en
relación de dependencia que ganan -después de los descuentos de jubilación y
salud- más de 75.168 pesos anuales (o más de $ 5.782 por mes, incluyendo el
aguinaldo). Y los casados con 2 hijos con ingresos de bolsillos superiores a
los $ 103.974 (o más de $ 7.998 mensuales).
Estos valores pueden cambiar según la cantidad de hijos o
familiares a cargo y otras deducciones permitidas, como gastos de salud,
personal doméstico o seguros.
También pagan Ganancias unos 100.000 jubilados. Y unos 400.000
autónomos, pero a partir de valores más bajos aún.
El dictamen que emitió el lunes la Comisión de Diputados no corrige esta distorsión sino que la
confirma y agrega algo más:
delega en el Poder Ejecutivo la actualización del mínimo no imponible, cuando
esa atribución es propia del Congreso.
La falta de ajuste por inflación se aplica también para las
Asignaciones Familiares y por ese motivo los padres de un millón de chicos dejaron de cobrar esas asignaciones,
de acuerdo a las cifras de la Seguridad Social.
En este caso, los trabajadores que ganan más de $ 5.200 pierden
el derecho a cobrar el salario por hijo o las asignaciones por nacimiento o
matrimonio. En 2007, ese techo salarial era de $ 4.000. Así, en 4 años, el
ajuste fue de solo el 30%, contra una inflación de más del 100%.
Así las cosas, entre la falta de actualización del mínimo de
Ganancias y del tope de Asignaciones, se da el caso de muchos trabajadores que
recibieron aumentos acordes a la inflación y sufrieron
un doble golpe al bolsillo: dejaron de cobrar el salario por hijo y al mismo
tiempo pasaron a pagar Ganancias.
En todos estos cuatro años, tanto la CGT como la CTA se quejaron, sin éxito,
por el perjuicio que estas políticas provocan a los asalariados. El acto de
mañana de Camioneros tiene entre sus reclamos la actualización de Ganancias y
Asignaciones Familiares.
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