HESURMET S.A

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lunes, 26 de diciembre de 2011


Lunes 26 de diciembre de 2011

La justicia sobreseyó a un acusado de
abuso sexual porque la menor era su novia

La resolución tomada por la Cámara del Crimen descartó que la chica haya sido sometida por el joven y que "para que se configure ese delito la víctima debe carecer de experiencia sexual"

La Cámara del Crimen sobreseyó a un joven de 21 años acusado de abusar de una adolescente de 13 porque ambos eran novios y ella tenía cierto grado de madurez sexual que le permitió consentir las conductas íntimas que realizaron.

La causa se disparó cuando la madre de la chica denunció, el 30 de octubre de 2009, que su hija “no regresó al domicilio familiar desde la escuela a la que concurría”.
La adolescente volvió un día después, y en ese ínterin quedó al descubierto que desde hacía un año mantenía una relación cuasi platónica con el joven, en el marco de la cual y pese a no haber mantenido relaciones sexuales, había un intercambio de unos 200 mensajes de texto de alto contenido erótico.

La niña pasó la noche que faltó de su casa en la vía pública junto con el joven, según consta en la causa.

Ambos se conocieron cuando la niña "concurría a una Iglesia Evangélica para colaborar con otros jóvenes" y conoció al imputado, "quien se ocupaba de la banda de música como manager".

La Sala Séptima de la Cámara, con las firmas de los jueces Mauro Divito y Rodolfo Pociello Argerich, descartó que la menor hubiera sido sometida por el hombre "aprovechándose aquél de su mayoría de edad y de la inmadurez sexual de la víctima".
"Para que se configure ese delito la víctima debe carecer de experiencia sexual. La inmadurez o inexperiencia sobre la materia es lo que vicia el consentimiento otorgado por aquélla, en el entendimiento de que no ha podido comprender la significación última del acto", evaluó el juez Divito.

El juez tomó en cuenta la declaración de la adolescente, quien admitió: "Todo salió por mí, nunca me forzó nada. Obvio que me decía, yo también se lo decía por mensajes, pero en ese momento no me dijo".
El juez entendió que "es posible concluir que el contacto sexual investigado se dio en un contexto de noviazgo en el que la menor contaba con cierta madurez sexual y no se vio forzada".
El juez Pociello Argerich completó que “la actual redacción de la figura (abuso sexual) ha sustituido el concepto de seducción ficta por la real, debiendo entonces demostrarse el aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima”.

En disidencia, el juez Juan Cicciaro había propuesto el procesamiento porque “las propias condiciones psicológicas de la menor llevan a concluir en que se verifica la seducción -real, ello es, no presumida- que, como instrumento, desplegó el imputado para conseguir las conductas sexuales referenciadas, respecto de una niña cuya inmadurez sexual ha sido acreditada”.

Su posición admitía que “en ningún momento la niña fue forzada para vincularse sexualmente con el joven, aunque sí inducida por mensajes y pedidos”. 
(Online 911)

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