Polémica decisión militar / Caso sin
precedente en la Armada
Su esposa le gritó a la Presidenta
y ahora ordenan su pase a retiro
(Por Mariano De
Vedia | LA NACION ).- La promoción 111 de la Armada ha sido la más
postergada en los últimos años. Al retiro forzoso de los capitanes de fragata
Eduardo Pizzagalli, James Whamond, Gustavo Barreto, Jorge Sciurano y Marcelo
Barbich, dispuesto el año pasado por "portación de apellido", se suma
ahora el pase a retiro del capitán Marcelo Toulemonde, que había recibido
sanciones por "no controlar debidamente a su esposa".
La decisión,
comunicada la semana última a través de una nota de la Junta de Calificaciones, es
el corolario de un proceso que comprendió el relevo de sus funciones, la
aplicación de sanciones, la negativa al pedido de vista del expediente y una
licencia médica por "trastorno de ansiedad". La acumulación de
castigos concluyó con la nueva decisión de la junta, que recomendó expresamente
su pase a retiro obligatorio.
Incluso, hace
un año la propia Armada lo propuso para un ascenso retroactivo a 2008, al
sostener que muchas de las imputaciones no tenían sustento y teniendo en cuenta
sus méritos y años de servicio. Pero cuando el expediente llegó al Ministerio
de Defensa su nombre fue eliminado de la lista de promociones.
"Vivimos
un calvario de persecuciones", relató a La Nación la ingeniera Mónica
Liberatori, esposa del capitán Toulemonde, cuya reacción frente a un discurso
de la presidenta Cristina Kirchner en el Colegio Militar el 22 de diciembre de
2007 derivó en una sucesión de represalias contra el oficial naval. En ese acto
egresaba como guardiamarina el hijo mayor del marino, Agustín Toulemonde. Hace
dos años, a fines de 2009, la propia Presidenta le entregó el sable de egresado
a su otro hijo, Matías, que se graduó con el mejor promedio.
La esposa del
oficial relató que el maltrato que su marido recibió en el Ministerio de
Defensa, cuando a mediados de este año quiso averiguar por qué postergaban su
ascenso al grado superior, le provocó trastornos de salud, por lo que se vio
obligado a tomar una licencia médica.
"Un alto
oficial de la Armada
le imputó como falta grave haber concurrido al Ministerio de Defensa para ver
su expediente sin autorización de sus superiores", contó la mujer, que es
docente en la Facultad
de Ingeniería de la
Universidad Nacional de Mar del Plata.
Al recibir la
notificación del retiro, el capitán Toulemonde presentó un pedido de
reconsideración al jefe de la
Armada , almirante Jorge Godoy, aunque con pocas expectativas
de que prospere.
Al recordar el
entredicho en el acto oficial, la señora de Toulemonde dijo que no se pudo
contener cuando la
Presidenta dijo que los militares habían tomado las armas
contra el pueblo. "Me indigné y atiné a gritar: «¡Larrabure!»", dijo,
en referencia al militar secuestrado por el ERP en noviembre de 1974 y muerto
después de un año de cautiverio en una "cárcel del pueblo".
Esa misma
tarde, al regresar a Mar del Plata, su lugar de residencia, el capitán
Toulemonde recibió una citación para presentarse de inmediato en Buenos Aires
ante el almirante Godoy, quien le impuso una sanción de siete días de
apercibimiento por "no controlar a su esposa".
Toulemonde se
desempeñaba como jefe del Arsenal Naval de Mar del Plata y fue relevado del
puesto. Recibió luego otras imputaciones, que lo hacían responsable por
presuntas demoras en la entrega de repuestos de un barco y por la rotura de un
motor. "Se le negó el derecho de defensa y luego se comprobó su
inocencia", resumió su esposa.
El secretario
de Asuntos Militares del Ministerio de Defensa, Alfredo Forti, no respondió los
reclamos y sólo dio explicaciones en una carta de lectores publicada en LA NACION en junio de este
año. Le atribuyó al jefe naval responsabilidad "en una avería que
inutilizó el motor del Buque Hidrográfico Puerto Deseado" y le imputó el
incumplimiento de tareas de control y supervisión de la reparación del buque,
"lo que le causó al Estado un perjuicio económico de $ 1.395.360, además
de comprometer la tarea de relevamiento de la plataforma continental",
sostuvo el funcionario.
La mujer del
oficial sancionado dijo que no hay constancia de la responsabilidad del jefe
naval en esos daños y reiteró que nunca se le permitió ver el expediente.
Recordó que en
noviembre de 2010 la Armada
propuso su ascenso, con retroactividad a 2008, pero el Ministerio de Defensa,
con directa intervención de Forti, congeló el expediente.
COMPORTAMIENTO
PRIMERA SANCIÓN. Tras el incidente con la Presidenta , la Armada le impuso al capitán
Toulemonde un apercibimiento por "no controlar a su señora esposa".
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