Jueves 3 de noviembre de 2011
Polémica en
Diputados: ahora dicen
que nunca
hubo dictamen sobre aborto
El supuesto dictamen en la reunión de Legislación Penal para discutir el
proyecto que permite la interrupción del embarazo a las doce semanas de
gestación, en realidad nunca existió. Acusan al presidente de la comisión de
haber mentido sobre el número de diputados presentes.
(La Política Online ).-
El controvertido predictamen sobre la legalización del aborto, cuyos impulsores
celebraron entre vítores y aplausos en la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados, ya no
existe: ayer perdió entidad de manera tan sorpresiva como escandalosa.
El propio presidente dela
Comisión , Juan Carlos Vega (Coalición Cívica), admitió a LA NACION que el proyecto no
reúne la cantidad de firmas suficientes de sus miembros como para ser
considerado un dictamen. Reconoció que sólo seis diputados suscribieron la
iniciativa, cuando en realidad se requerían ocho firmas, ya que el reglamento
de la Cámara
baja exige el aval de, al menos, la mitad más uno de los miembros presentes al
momento de dictaminar. Vega admitió que en esa instancia había 15 diputados
presentes y no 12, como insistían los impulsores del proyecto.
¿Qué sucedió? ¿Fue un descuido, un error involuntario del presidente de la comisión o una intención deliberada de mentir con tal de mostrar un dictamen aprobado? Quienes se oponen a la legalización del aborto, que ayer impugnaron el controvertido despacho, no dudaron en calificar el episodio como un papelón, un verdadero escándalo.
"Todo el debate de ayer (por anteayer) fue una desprolijidad. Vega mintió dos veces: dijo que había convocado a todas las voces para que se expresen en las audiencias públicas y eso no fue así. Mintió, también, cuando anunció que había dictamen, sabiendo que no se había reunido el número suficiente de firmas. Aquí no hubo desconocimiento, sino mala intención a la hora de transmitirnos a todos que había despacho. Es una irresponsabilidad muy grande, sobre todo en un tema tan importante", despotricó Cinthia Hotton (Valores para mi País), una tenaz opositora a la legalización del aborto.
En rigor, todo el trámite que condujo a la aprobación del despacho -que finalmente nunca fue tal- fue una sucesión de desprolijidades. Quien primero advirtió que el predictamen no reunía las firmas suficientes fue el diputado Omar De Marchi (Demócrata de Mendoza), mientras los impulsores del proyecto festejaban, el mendocino alertaba a viva voz que el despacho no era válido. Pero, en medio de la algarabía, el presidente dela Comisión lo ignoró;
consultado luego por LA NACION ,
Vega insistió en que el despacho tenía mayoría.
Otra situación insólita fue cuando la radical María Luisa Storani estampó su firma en el proyecto, cuando ella no es miembro dela Comisión. El
"error" fue subsanado, pero, como faltaban avales, la diputada
Victoria Donda (Libres del Sur) sacó una solución de la galera: anunció que el
diputado Jorge Rivas (Nuevo Encuentro) apoyaría el proyecto. Rivas, aquejado
por una grave parálisis, no estaba presente, pero, según Donda, cedió un poder
para suscribir la iniciativa.
Los detractores de la legalización del aborto no permanecieron pasivos. Los diputados De Marchi, Patricia Bullrich (Coalición Cívica) e Ivana Bianchi (Peronismo Federal) presentaron impugnaciones al despacho.
Asediado, Vega ya no pudo disimular más la situación y ayer debió volver todo a foja cero.
El propio presidente de
¿Qué sucedió? ¿Fue un descuido, un error involuntario del presidente de la comisión o una intención deliberada de mentir con tal de mostrar un dictamen aprobado? Quienes se oponen a la legalización del aborto, que ayer impugnaron el controvertido despacho, no dudaron en calificar el episodio como un papelón, un verdadero escándalo.
"Todo el debate de ayer (por anteayer) fue una desprolijidad. Vega mintió dos veces: dijo que había convocado a todas las voces para que se expresen en las audiencias públicas y eso no fue así. Mintió, también, cuando anunció que había dictamen, sabiendo que no se había reunido el número suficiente de firmas. Aquí no hubo desconocimiento, sino mala intención a la hora de transmitirnos a todos que había despacho. Es una irresponsabilidad muy grande, sobre todo en un tema tan importante", despotricó Cinthia Hotton (Valores para mi País), una tenaz opositora a la legalización del aborto.
En rigor, todo el trámite que condujo a la aprobación del despacho -que finalmente nunca fue tal- fue una sucesión de desprolijidades. Quien primero advirtió que el predictamen no reunía las firmas suficientes fue el diputado Omar De Marchi (Demócrata de Mendoza), mientras los impulsores del proyecto festejaban, el mendocino alertaba a viva voz que el despacho no era válido. Pero, en medio de la algarabía, el presidente de
Otra situación insólita fue cuando la radical María Luisa Storani estampó su firma en el proyecto, cuando ella no es miembro de
Los detractores de la legalización del aborto no permanecieron pasivos. Los diputados De Marchi, Patricia Bullrich (Coalición Cívica) e Ivana Bianchi (Peronismo Federal) presentaron impugnaciones al despacho.
Asediado, Vega ya no pudo disimular más la situación y ayer debió volver todo a foja cero.
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