HESURMET S.A

HESURMET S.A

viernes, 7 de octubre de 2011


Viernes 7 de octubre de 2011

El recorte de los subsidios
desata una interna en el gabinete

Este año los subsidios a la energía y el transporte escalarían hasta los 60 mil millones de pesos, que de continuar con el esquema actual podrían trepar a los 75 mil millones en el 2012. La caída del precio de la soja y el debilitamiento de las cuentas fiscales hacen imposible seguir con este modelo. Pero en el Gobierno hay un intenso debate sobre cuánto, cuándo y dónde cortar. Las posiciones de un debate que signará el segundo mandato de Cristina.

(La Política Online).- La fragilidad de las cuentas públicas –en 2011, por primera vez en 12 años, la balanza energética cerrará con déficit comercial, superior a los US$ 3 mil millones- acentuó una divergencia interna –siempre silenciosa- que viene de años en el Ministerio de Planificación. Es que mientras que los funcionarios de la Secretaría de Energía, bajo el mando de Daniel Cameron, elaboran distintas propuestas para reducir la descomunal catarata de recursos que se lleva el sector energético, la mesa chica de Planificación, que responde a Roberto Baratta, el alter ego de Julio de Vido, se niega a abandonar el esquema actual. 

El ministro incluso dejó a entrever estos días que el nivel de subsidios podría expandirse. Puso como ejemplo a México, que destina cerca de $ 100 mil millones anuales para mantener bajas las tarifas de gas y electricidad y el costo de transporte y afirmó que los subsidios “son parte del modelo”. 

“La política de subsidios aún no está definida. Existen distintas posiciones al respecto, y si bien muchos actores alertan sobre la necesidad de reducir la carga, no está claro qué decisión tomará el Gobierno”, admitió a este medio un integrante de peso del Ministerio de Economía, que dirige Amado Boudou.

Días atrás, El Cronista publicó en tapa un plan que atribuyó a técnicos de la Secretaría de Energía para reducir en cinco años un 70% los recursos que destina el Estado a sostener las tarifas energéticas en Capital y Gran Buenos Aires. En rigor, la iniciativa, rápidamente desmentida por los voceros de Planificación, estaría siendo elaborada por las grandes distribuidoras (Edenor y Edesur) e introduciría el concepto de ‘georeferenciación’, que consiste en establecer un mapa nacional para definir a los beneficiarios de la tarifa social. 

Incluso se mencionó un cruzamiento con los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo para determinar quienes serían objeto de tarifas subsidiadas. Lo cierto es que hay al menos tres grupos de técnicos del kirchnerismo trabajando el tema de un eventual “reacomodamiento” de los subsidios, pero en ninguna de las hipótesis que trascienden se habla de un recorte tan drástico como el 70 por ciento.

La situación fiscal

La discusión no es ociosa y encabeza las prioridades del gobierno para el segundo mandato de cristina. Es que algunos engranajes del modelo comienzan a oxidarse como resultado de la presión sobre las arcas fiscales que está generando el gasto energético. Es que a fines de este año, los subsidios a la energía y al transporte –altamente ligados con los subvenciones al gasoil que reciben las empresas de colectivos- llegarán hasta los $ 60 mil millones, según las proyecciones que manejan los especialistas.

Así lo entiende, por ejemplo, Fausto Spotorno, director de la consultora Orlando Ferreres & Asociados (OJF), que advirtió a LPO que “a raíz del incremento de la importación de LNG (gas licuado que llega por barco) y de combustibles líquidos para el parque automotor y las centrales eléctricas, los subsidios superarán los $ 60 mil millones”.

Los números del primer semestre permiten inferir el mismo diagnóstico. Según un informe elaborado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración (ASAP), las subvenciones del Estado al sector energético crecieron un 76 por ciento con relación al mismo período de 2010. Llegaron hasta los $ 19.242 millones contra los 10.904 millones del año pasado. La mayor beneficiaria fue Cammesa, la empresa mixta que administra el mercado eléctrico, que recibió $ 12.914 millones para importar gasoil y fuel oil para las centrales térmicas. La estatal Enarsa, que despacha a pérdida los barcos de LNG que llegan a Bahía Blanca y a Escobar, se quedó con $ 4.030 millones, más del doble que en 2010 ($ 1.877 millones). 

En ese marco, los subsidios al transporte subieron un 59%: pasaron de $ 5.976 millones entre enero y junio de 2010 a $ 9.502 millones durante 2011. En conjunto, todos los subsidios económicos –que incluyen, además, los fondos transferidos a otras empresas públicas, como AySA, Arsat, y Télam, entre otras- llegaron a los 32.366 millones de pesos en el primer semestre. 

Por su parte, los derechos a la exportación de cereales –que, en su origen, fueron ideados para mantener bajos los precios internos de la canasta básica de alimentos y también para solventar un esquema de tarifas baratas de la energía y el transporte- rondaron en 2010 los 40 mil millones de pesos. Ese mismo año, los subsidios económicos rondaron los $ 41 mil millones. Es decir que lo que entró por un lado al Tesoro salió por el otro, casi en equilibrio. 

Un modelo con fisuras

Este año, en cambio, esa armonía comenzará a resquebrajarse. Según los cálculos realizados por Spotorno, las retenciones a la exportación aportarán en 2011 alrededor de $ 55.000 millones, siempre y cuando el precio de la soja, que perdió casi US$ 100 en el mes, no se siga depreciando: pasó de cotizar a US$ 533 a fines de agosto a no superar los 427 dólares, según la cotización de ayer en Chicago.

“El problema es que los subsidios a la energía y al transporte seguirán aumentando. Para el año que viene se prevé un incremento de la importación de gasoil y de barcos de LNG, según lo que figura en el proyecto de Ley de Presupuesto 2012 enviado por el Gobierno al Congreso”, explicó Jorge Lapeña, ex secretario de Energía y titular del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi (IAE).

Si bien no está del todo claro, porque en el documento que ingresó al Congreso solo figuran números parciales, los subsidios económicos incluso podrían rondar los $ 78 mil millones, de acuerdo con la información que figura en el proyecto presentado por el kirchnerismo. “Sin embargo, si se mantiene el ritmo de crecimiento de 2011, la expansión podría ser mucho mayor. Hay algo que está claro: mientras que los subsidios aumentan al 60% anual desde 2009, la recaudación del Estado se incrementa un 30 por ciento”, comparó Lapeña. “El desequilibrio es evidente”, añadió.

En esa misma línea, Spotorno indicó que para que las retenciones aporten alrededor de 75 mil millones de pesos, “una suma que permita seguirle el ritmo a la expansión de los subsidios, la tonelada de soja debería cotizar a US$ 650, con un dólar a $ 4,40 el tipo de cambio que prevé el Presupuesto”. Algo sumamente improbable, si se tiene en cuenta la tendencia decreciente que registró la cotización durante el último mes. Incluso ya hay analistas que calculan que si la soja se mantiene en torno a los US$ 440, las exportaciones del complejo industrial, que este año bordearán los US$ 30.000 millones, podrían reducirse un 10 o un 15% en 2012. 

No hay comentarios: