Miércoles 26 de octubre de 2011
Obligan a las
mineras y petroleras
a liquidar
divisas en el país
El Gobierno
reestableció la obligatoriedad de la liquidación de divisas en el país para las
exportaciones petroleras y mineras. Así lo estableció a través de un decreto
publicado en el Boletín Oficial. Se trata de US$ 4.000 millones. Así, el Banco
Central podrá controlar con mayor facilidad el precio del dólar. Un fuerte
gesto político y económico tras las elecciones.
(La Política Online).- Pasados los comicios,
Cristina Kirchner trazó su primera medida económica como presidenta reelecta,
con un contenido político de alto voltaje: reestableció la obligatoriedad del
ingreso y negociación en el mercado de cambios de la totalidad de las divisas
provenientes de exportaciones petroleras, de gas y de productos mineros. Así lo
estableció en el decreto 17222, publicado en el Boletín Oficial.
Es que el sector exportador de hidrocarburos y de minería gozaba de un tratamiento diferencial para la liquidación de las divisas. Beneficio que había sido otorgado por Néstor Kirchner en 2004 y que, en los últimos años, había generado conflictos con otros sectores de la economía, como el agropecuario, quienes sí debían liquidar los dólares por las exportaciones de granos.
En el decreto se explica que la decisión se tomó porque cambiaron "las circunstancias que dieran origen a las excepciones aludidas y, con la finalidad de otorgar un trato igualitario respecto de las demás actividades productivas, como por ejemplo las del complejo agro exportador".
Lo cierto es que esta medida económica se toma en medio de la creciente preocupación por el aumento en la fuga de capitales de los últimos meses. Se espera que con estos 4.000 millones de "nuevos" dólares circulando en la plaza cambiaria, el Banco Central pueda controlar con mayor facilidad el precio de esa moneda.
Durante los últimos 8 años de gestiones K, las divisas por las exportaciones de soja fueron fundalmentales para el financiamiento del Estado y también para el control del precio del dólar. Pero con el fuerte aumento del gasto público, el retraso cambiario y la creciente fuga de dólares, empezaron a crujir los pilares centrales del modelo: el superávit fiscal prácticamente desapareció -en rigor, se tuvo que recurrir al Banco Central y ala ANSES- y la balanza
comercial dejó de ser tan favorable.
Mucho se habló de una posible devaluación para volver a darle competitividad a la industria y a los exportadores argentinos. También se mencionaba la posibilidad de que el Gobierno finalmente avance sobre la caja de las obras sociales de los sindicatos. Acaso la mayor sorpresa de esta medida es justamente que la mineras y las petroles fueron siempre "aliadas" del kirchnerismo.
De hecho, dirigentes como Miguel Bonasso -que integró las filas K durante la gestión de Néstor Kirchner- y Fernando "Pino" Solanas basaron centralmente sus críticas al Gobierno en esa alianza con estos sectores, y en la desatención por los recursos naturales. Esta medida, que puede anticipar incluso un aumento en las irrisorias retenciones que pagan las mineras, es un golpe político muy audaz hacia esos sectores.
Es que el sector exportador de hidrocarburos y de minería gozaba de un tratamiento diferencial para la liquidación de las divisas. Beneficio que había sido otorgado por Néstor Kirchner en 2004 y que, en los últimos años, había generado conflictos con otros sectores de la economía, como el agropecuario, quienes sí debían liquidar los dólares por las exportaciones de granos.
En el decreto se explica que la decisión se tomó porque cambiaron "las circunstancias que dieran origen a las excepciones aludidas y, con la finalidad de otorgar un trato igualitario respecto de las demás actividades productivas, como por ejemplo las del complejo agro exportador".
Lo cierto es que esta medida económica se toma en medio de la creciente preocupación por el aumento en la fuga de capitales de los últimos meses. Se espera que con estos 4.000 millones de "nuevos" dólares circulando en la plaza cambiaria, el Banco Central pueda controlar con mayor facilidad el precio de esa moneda.
Durante los últimos 8 años de gestiones K, las divisas por las exportaciones de soja fueron fundalmentales para el financiamiento del Estado y también para el control del precio del dólar. Pero con el fuerte aumento del gasto público, el retraso cambiario y la creciente fuga de dólares, empezaron a crujir los pilares centrales del modelo: el superávit fiscal prácticamente desapareció -en rigor, se tuvo que recurrir al Banco Central y a
Mucho se habló de una posible devaluación para volver a darle competitividad a la industria y a los exportadores argentinos. También se mencionaba la posibilidad de que el Gobierno finalmente avance sobre la caja de las obras sociales de los sindicatos. Acaso la mayor sorpresa de esta medida es justamente que la mineras y las petroles fueron siempre "aliadas" del kirchnerismo.
De hecho, dirigentes como Miguel Bonasso -que integró las filas K durante la gestión de Néstor Kirchner- y Fernando "Pino" Solanas basaron centralmente sus críticas al Gobierno en esa alianza con estos sectores, y en la desatención por los recursos naturales. Esta medida, que puede anticipar incluso un aumento en las irrisorias retenciones que pagan las mineras, es un golpe político muy audaz hacia esos sectores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario