Un milagro llamado Noelia María
(Inforegión) La beba prematura que apenas nacida fue abandonada el sábado a la madrugada en Cervantes y Camino Negro se recupera en el hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, a donde llegó con apenas
Según contaron los médicos que la atienden –en diálogo con Info Región– por ser tan pequeña y haber sido abandonada a la intemperie su cuadro es “delicado”, aunque “responde muy bien a todos los tratamientos”.
Desde el centro de salud aseguran que muchas personas se acercan a dejarle mantas y ropa, y que ya hay familias que quieren adoptarla. Paradojas de una historia que parte desde el infortunio, pero se va matizando de ternura.
Noelia María duerme en la tibieza de una incubadora. Sus bracitos extendidos al costado de su cuerpito y sus manitas cerradas en un puño… inocencia. Nada perturba su sueño. Lejos parece haber quedado esa helada mañana de sábado cuando por alguna razón que aún se desconoce quedó abandonada bajo un puente en Cervantes y Camino Negro. Tenía apenas unas horas de nacida y una sábana por único abrigo, aun pese a la sensación térmica bajo cero con la que la recibió este mundo, que le mostró de entrada cuán difícil puede ser.
A tres días de ese día, en la sala de neonatología del Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, hoy muchas manos la acarician e intentan que como canta el Arrorró su cuna, que fue de espinas, se corone ahora de “rosa y de jazmín”, de tibieza y de ternura, de horizonte y de futuro.
“Es una bebe muy buena, ya tiene más colorcito en la cara y eso nos pone felices. Estamos haciendo todo lo posible para que se recupere rápido”, señaló una de las nurses en diálogo con Info Región.
Si bien llegó al centro de salud lómense con un severo cuadro de hipotermia, la directora del hospital, Mónica Malchiodi asegura que la nena mejora, y no titubea al decir la palabra “milagro”, sin menospreciar a la ciencia que medio para que esa su, tan frágil, resista el golpe del abandono.
“Cuando llegó al hospital Noelia María estaba casi congelada, por decirlo de algún modo, y no hay que olvidar que es una bebe prematura, porque según los cálculos tenia al momento de nacer 35 semanas de gestación. Apenas la trajeron la comenzamos a alimentar y a hidrata, y podemos decir que tuvo una muy buena respuestas hasta el momento, aunque sabemos que los riesgos son muy altos”, indicó la médica ante este medio.
Según el personal del centro de salud, más allá de la atención medica que recibe, hay otro ingrediente que es el que está colaborando para que la historia de esta beba, que se aferra a la vida, pueda ir virando de la tristeza al amor.
“Más allá de lo que le pasó, es hermoso lo que vemos. Mucha gente se acerca a ver cómo puede hacer para adoptarla y otra gente en forma desinteresada y anónima se acerca con paquetes que son para ella: ropa, mantas. Pasó a ser una bebé mimada, porque también en nuestro caso, si bien se ama a todos los bebés y se los cuida por igual, al estar solita ella pasa a ser la hija de todos”, aseguró Malchiodi.
La historia de la pequeña pero valiente Noelia María comenzó en el dolor, y salió a la luz cuando una mujer que pasó por la esquina de Camino Negro y Cervantes, camino a su trabajo, la encontró, desnuda y helada, al lado de un puesto de diarios.
De inmediato la cobijó y enseguida llamó a la policía, que tras ver el cuadro la trasladó sin demoras al hospital Gandulfo.
“Hemos tenido varios casos similares, pero desafortunadamente la mayoría de las veces los bebes llegan sin vida, por eso decimos que esto es milagroso”, aseguró Malchiodi.
Ahora, lo que resta esperar es la evolución del cuadro clínico de la pequeña, que de acuerdo a lo que aclararon los médicos podrá abandonar el hospital cuando alcance los
“La beba permanecerá hasta que su salud le permita defenderse en la vida y hasta que tenga un desarrollo normal. En cuanto a su situación debemos aclarar que paralelo a lo que estamos haciendo nosotros está trabajando
“Todavía nadie vino, pero nosotros soñamos con que esa mamá que seguramente pasó un momento horrible antes de tomar esta decisión pueda recapacitar: Queremos que sepa que estamos cuidando a su bebé con mucho amor”, concluyó al directora del centro de salud.
Mientras tanto Noelia María duerme. No sabe que en el despacho de dirección hay regalos para ella, cosas que le acerca la gente, batitas, pañales, muñecos de peluche. Tampoco que el nombre por el cual la llaman se lo obsequió el policía que la acercó al hospital. El frio quedo atrás y ahora su sueño tibio. Noelia María duerme, cobijada en el milagro. En su pequeño rostro aparece el esbozo de un gesto, tal vez una sonrisa. Inocencia pura.
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