LO ASEGURÓ EL MINISTRO DE ENERGÍA, JUAN JOSÉ ARANGUREN. LOS
CAMBIOS EN LA POLÍTICA IMPOSITIVA QUE ESTÁN EN ANÁLISIS TIENEN EL OBJETIVO DE
CONTAR CON UN ESQUEMA MÓVIL PARA AMORTIGUAR LAS VARIACIONES DE PRECIOS.
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, dijo que el
gobierno nacional analiza cambios en la política impositiva vinculada a la
venta de combustibles, de manera de contar con un esquema móvil para amortiguar
las variaciones de precios.
El funcionario hizo referencia a la carga impositiva
nacional que pesa sobre los combustibles y que alcanza al 46 por ciento en el caso de las naftas y el 40 por ciento en las distintas variedades de gasoil,
sin sumar los tributos provinciales o municipales que se instrumentaron en
algunos distritos.
“Estos impuestos, debido a un cambio de política impositiva
de 2005 son variables, y aumentan cuando aumenta el precio del producto a la
salida de la refinerías”, explicó Aranguren en declaraciones a radio
Continental, por lo cual “junto con el incremento del precio de combustibles
también aumenta la recaudación impositiva”.
En ese sentido, el ministro adelantó que es intención del
Gobierno y de su cartera “volver a un sistema anterior en el cual uno puede
utilizar la política impositiva como elemento de política energética para
amortiguar variaciones de precios”.
“Eso existe en el mundo pero acá desde 2005 se discontinuó y
estamos preparando un proyecto para restablecer un esquema que cuando aumenta o
baja el combustible, los impuestos puedan actuar de forma anticíclica”, explicó
el funcionario.
Aranguren volvió a explicar que la sucesión de incrementos
de los combustibles en lo que va del año responde “a un incremento del crudo en
35 por ciento” a partir de la modificación cambiaria dispuesta el 17 de
diciembre pasado y la reducción del 10 por ciento del precio interno del
barril, por lo que a principios de año se acordó “que ese incremento fuera
implementado en forma gradual”.
Con los cuatro aumentos aplicados desde el 6 de enero (tres
del 6% y el de ayer del 10%) los combustibles “acumulan un incremento del 31
por ciento cuando el costo del insumo principal aumentó un 35 por ciento”.
Respecto de posibles incrementos de los combustibles para lo
que resta del año, Aranguren vinculó esa alternativa a lo que ocurra con “el
precio del petróleo crudo y el tipo de cambio”, por lo que afirmó que si ambas
referencias se mantienen no habrá nuevas subas pero admitió: “no puedo
pronosticar sobre algo que tiene variaciones que no dependen de lo que ocurre
en la Argentina”.
Aranguren también aseguró que la medida implementada a
partir de las 0 de ayer “no tiene absolutamente nada que ver con YPF”, en
referencia a las versiones que indicaban que los incrementos buscaban favorecer
la situación de la petrolera de mayoría estatal.
“No se maneja de esa manera la política energética, en
función del resultado de una compañía” afirmó el ministro al recordar que el
esquema de precios se resolvió “a principios de año cuando hubo una reunión
entre productoras y refinadoras en la que se estableció la necesidad de
efectuar esta transición para evitar que se refleje de forma inmediata la
corrección cambiaria”.
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