HESURMET S.A

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miércoles, 12 de octubre de 2011


Miércoles 12 de octubre de 2011

La situación de las curtiembres
complica el saneamiento del Riachuelo

El plan de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) para sanear el río incluye la reconversión de la industria del cuero. Sin embargo, el Polo Curtidor de Lanús recién estará listo dentro de dos años y los pequeños productores se quejan de la falta de ayuda. Problemas en la producción y despidos masivos. 

(La Política Online).- El saneamiento del Riachuelo es una de las prioridades declaradas por el Gobierno nacional a través de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR). Sin embargo, a pesar de los avances en la materia aún sigue sin solucionarse uno de los principales problemas como es la contaminación generada por las industrias que trabajan con el cuero.

Claro está que la problemática va de la mano de la cuestión económica. Es que según las curtiembres más pequeñas, la reconversión de las plantas corre por su cuenta y prácticamente sin ayuda del Estado, lo que lleva a muchos empresarios a cerrar las fábricas y dejar sin empleo a decenas de trabajadores.
Precisamente, desde ayer por la tarde la fábrica Zoela SA, ubicada en Lanús, polo donde se asienta la mayoría de las empresas del sector, está tomada por sus trabajadores luego de la decisión de despedir a 25 operarios debido a la clausura “preventiva” impuesta por ACUMAR.

“Existe una política clara desde ACUMAR de propiciar el desarrollo pero esta empresa decidió cortar por lo más delgado y despidió al 10 por ciento de los trabajadores. Eso está prohibido por ley. Los malos empresarios no tienen responsabilidad sobre la problemática ambiental que acucia a la industria”, le dijo a LPO el secretario General del Sindicato de Obreros Curtidores (SOC), Walter Correa.

En horas de la tarde, el Sindicato tendrá una reunión con el director Provincial de Relaciones Laborales, Daniel Montes de Oca, a la espera de que Trabajo bonaerense tome una resolución.

Problema genérico

Sin embargo, el problema no sólo se circunscribe a Zoela sino que afecta a gran cantidad de curtiembres. En 2010, el ACUMAR, dirigido por Juan José Mussi, presentó los nuevos lineamientos del Plan Integral de Saneamiento Ambiental que incluye, entre otros puntos, reducir la contaminación industrial, sanear basurales y urbanizar villas y asentamientos a la vera del río.

En lo que concierne a las empresas, el organismo lanzó el Plan de Reconversión Industrial y a partir de la Resolución Nº 874/2011, otorga Aportes No Reembolsables (ANR) de hasta $ 100 mil a Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs).
Además, la idea es conformar un Polo Curtidor en el terreno en que la Asociación de Curtiembreros de la Provincia de Buenos Aires (ACUBA), la entidad que agrupa a las pequeñas curtiembres, posee en Valentín Alsina.

De todos modos, los propios empresarios advierten que la ayuda brindada por ACUMAR fue prácticamente nula y que los 100 ml pesos de ANR de poco sirven porque “hacer una planta de tratamiento cuesta cerca de 1,5 millón de pesos”.
“Hace cinco meses Acumar nos mandó a preguntar si vamos a participar del polo o no y no tenemos respuesta. La pelota la tienen ellos”, señaló Daniel Argentino, presidente de ACUBA.

No obstante, según pudo averiguar LPO, semanas atrás ACUMAR le habría presentado al juez Luis Armella, que atiende la causa del saneamiento del Riachuelo luego del histórico fallo de la Corte Suprema, los planos para iniciar la construcción del Polo en el distrito conducido por Darío Díaz Pérez.

El desarrollo llevaría unos dos años y la planta se construirá con fondos de la Nación. A cambio, las curtiembres deberán trasladar los procesos húmedos al nuevo polo.

Despidos sin freno

Con ese escenario, y al no tener facilidades para la reconversión, muchos empresarios directamente decidieron cerrar sus fábricas. Según denuncian desde el SOC en los últimos meses cerraron unas 20 curtiembres que dejaron a unos 300 trabajadores en las calles.
“En otros establecimientos han decidido indemnizar y cerrar, tenemos que estar alerta, porque los funcionarios de ACUMAR son nuevos y no tiene alma, cumplen su función y se olvidan que hay fuentes de trabajo y hay familias detrás. Hoy quizá para el Estado este es un problema menor pero tienen que dar una mano a los buenos empresarios”, se quejó Correa.

Sin embargo, desde la mirada de los empresarios el principal drama que tiene el sector es la caída del negocio que, usualmente, trabajaba con 14 millones de cabezas al año y hoy está en 10 millones, casi un 30 por ciento menos. 
Pero esta baja en la producción no afecta a las grandes curtiembres aglutinadas en CICA (como SADESA, la Hispano o la ex Yoma) porque “tienen una promoción industrial de 300 millones de pesos”, según señalan los pequeños productores.
Por caso, según averiguó este medio, Zoela SA hace seis meses pidió entrar en el Programa de Recuperación Productiva (REPRO) -que asiste a las industrias en crisis y que brinda ayuda económica no remunerativa a los trabajadores- pero no tuvo respuesta positiva.
“Las grandes sí están en el REPRO y esto lleva a que cada vez las empresas tengan que ir despidiendo gente. El lunes Zoela podrá levantar la clausura pero seguramente con menos empleados. Así va a pasar con el resto”, señalaron fuentes del empresariado.

LPO se comunicó con ACUMAR pero desde el organismo no efectuaron declaraciones. 

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