LÍNEA ROCA

Miércoles 24 de agosto 2011

ANTONINI: “SIGUEN LLEGANDO VALIJAS AL PAÍS”

El venezolano, que en 2007 intentó ingresar un maletín con 800 mil dólares, reapareció y realizó con una fuerte denuncia.

Guido Antonini Wilson, quien en agosto de 2007 intentó ingresar al país un maletín con 800 mil dólares procedentes de Venezuela, afirmó hoy que está “seguro de que siguen llegando valijas”, ya que quienes le pidieron aquel “favor” son “criminales”, en referencia al ex funcionario Claudio Uberti.
“Si yo no me venía a los Estados Unidos, ahora estaría muerto”, explicó Antonini, por quien la Argentina pidió su extradición para ser juzgado aquí, después del proceso que se le siguió en Miami.

El caso que tuvo como centro de la escena al empresario venezolano generó un escándalo en el tramo final de la campaña de Cristina Kirchner para las elecciones presidenciales de 2007.
Al recordar el episodio ocurrido en el Aeropuerto de Ezeiza el 4 de agosto de 2007, Antonini Wilson apuntó contra Claudio Uberti, el ex director del Occovi, con quien compartió el viaje, junto a otros funcionarios argentinos y venezolanos: “Llegamos al aeropuerto y un secretario de Uberti le da dos besos como los mafiosos, el tipo me sacó la maleta y la metió en un Peugeot. Yo estaba hablando con Victoria (la secretaria de Uberti). Al rato viene Victoria y me pide si la puedo ayudar con una maleta y lo hago. Cuando la abren y veo el dinero, me molesto. Y Uberti hizo un gesto como que no sabía nada. Esa no fue la única maleta que yo ayudé a pasar.
Pasé la mía, otra y esa era la tercera. Yo no sabía qué pensar. Al rato me llama el copiloto del avión y me dice que podíamos haber arreglado eso”, contó al programa “Cambio de frente”, por FM Identidad.

Antonini Wilson insistió en que lo obligaron a firmar que la maleta era suya y contó que horas después en una reunión con el titular de PDVSA en un hotel le pidieron que “sea hombre” y ahí escuchó el monto que había en otra valija: “4,2 millones”, dijo.
El venezolano sostuvo que conoció a Uberti cuando comenzó a vender “caños”, porque le dijeron que “si no está ese hombre en el medio no lográs vender una pizza”.

Por último, volvió a reclamar un “juicio justo”, en caso de ser extraditado a la Argentina.
“Yo sé lo que la prensa ha dicho, yo vivo hace diez años en el mismo lugar y a mi nadie me ha contactado. Pido un juicio justo”, concluyó.

Buenos Aires, NA.